5 ventajas de los juguetes musicales

Probablemente has oído que es bueno exponer a tu pequeño a la música. Pero, ¿sabes qué pasa cuando es tu hijo quien toca la música? Los juguetes musicales, como baterías, maracas, flautas o xilófonos, son muy preciados para el desarrollo de tu hijo en muchos sentidos. Sigue leyendo para descubrir por qué.  

Puntos destacados:  

• Los juguetes musicales ayudan a desarrollar el cuerpo y la mente de tu hijo.  
• Los juguetes musicales contribuyen a:  
  • Enseñar paciencia y persistencia. 
  • Desarrollar habilidades sociales. 
  • Impulsar la imaginación y creatividad.  
  • Potenciar las habilidades lingüísticas. 
  • Mejorar las habilidades motoras gruesas y finas. 
  • Brinda a tu hijo el placer de disfrutar de la música: solo tienes que servirle de ejemplo y disfrutar de todo tipo de música.  

Los juguetes musicales desarrollan el cuerpo y la mente

No todos podemos ser Mozart desde el primer día. Así que no te centres en las notas desentonadas que salen de la flauta de tu pequeño y, en su lugar, disfruta de todo lo que aprende al tocar un instrumento musical. Los juguetes musicales ayudan a:  

1. Enseñar a tu hijo paciencia y persistencia.  

Aprender a tocar un instrumento musical requiere mucha paciencia y persistencia (especialmente si las cosas no van como habías planeado). Además, tu hijo conocerá la sensación de éxito cuando, un día, vea que el trabajo duro ha valido el esfuerzo. 

2. Desarrollar las habilidades sociales de tu hijo. 

Joern Martin Steenhold, experto danés en desarrollo infantil, ha descubierto que los niños generan lazos emocionales y habilidades sociales cuando tocan música juntos. Formar parte de una banda musical les enseña a mostrar respeto y consideración por los demás.  

3. Impulsar la imaginación y creatividad de tu hijo.

Para los niños, la música es una forma de expresar pensamientos e ideas fantásticas que les pueden ser difíciles de articular. Todo gira en torno a la imaginación, dice Joern Martin Steenhold. Deja que tu hijo baile con diferentes tipos de ritmos: uno quizá le inspire a moverse como un caballo, y con otro puede que se balancee como un copo de nieve.  

4. Apoyar las habilidades lingüísticas de tu hijo.  

Conocer ritmos, notas y composiciones le ayudará a entender las reglas de la comunicación verbal. A partir de la música, tu pequeño aprende la sincronía, la entonación y el tono vocal. Experimenta con tu voz, cantando en un tono grave, en agudo o susurrando, y utiliza un xilófono para visualizar las notas bajas y altas.  

5. Mejorar las habilidades motoras gruesas y finas de tu hijo. 

Piensa en la coordinación que requiere tocar un instrumento mientras te mueves al ritmo. Pequeños movimientos, como tocar la flauta con los dedos adecuados, refuerzan las habilidades motoras finas de tu pequeño, mientras que los movimientos de mayor envergadura, como bailar o tocar el tambor, potencian las habilidades motoras gruesas.   

¡Toquemos algo de música!

Tu hijo recibe el valioso don de disfrutar de la música simplemente jugando mientras escucha música. Así que ¡adelante!: mueve la cabeza al ritmo de tu canción favorita y deja que la música forme parte de la vida cotidiana de tu familia.