Cómo enseñar a tu hijo a limpiar

by Lola Jensen

Los niños son expertos en ensuciarse y no se les da igual de bien limpiar, es algo que tienen que aprender. ¿Cómo puedes enseñar a tu hijo a ser limpio y ordenado? Se lo hemos preguntado a la asesora familiar Lola Jensen y aquí te contamos sus tres principales consejos.  

Puntos destacables: 

  • Puedes ayudar a tu hijo a limpiar lo que ensucia de las siguientes formas:  
    • Introduciendo la actividad de ordenar en la rutina: un poco cada día o una vez a la semana. 
    • Dividiendo el trabajo en tareas asumibles: las cajas de almacenaje ayudan.  
    • Evaluando el nivel de energía de tu hijo y adaptando tus expectativas.  
  • A medida que tu hijo crece, también puede ayudar con las tareas domésticas, como la limpieza y la cocina.      

«¡Tu madre no trabaja aquí!» ¿O me equivoco?  

Todos lo hemos dicho alguna vez. En situaciones de mucho ajetreo, en las que todo el mundo está muy cansado o llega tarde a algo, acabas haciéndolo todo tú. Pero lo que podría parecer el camino más rápido para tener un hogar limpio y ordenado, supone en realidad haceros tanto a ti como a tu hijo un flaco favor, cuenta la asesora familiar Lola Jensen.   

«Si siempre limpias lo que ensucia tu hijo, nunca aprenderá a hacerlo él mismo. Además, te arriesgas a tener una familia en un conflicto constante sobre "quién hace qué y cuándo". Puede que acabes regañando, diciendo cosas como "Voy a contar hasta 3: uno... dos..." o "¡HAZ lo que te digo!" o algo que muchos padres suelen decir: "si sabes ensuciar, deberías saber limpiar"». 

Entonces, ¿qué puedes hacer para evitar decir esas cosas y además inculcarle a tu hijo hábitos de limpieza y orden? Lola Jensen te sugiere que intentes lo siguiente:   

1. Integra la limpieza dentro de tu rutina  

«A los niños, y a la gente en general, no les gusta que les digan cosas de forma inesperada, p.ej: "esto está muy desordenado, tienes que ordenarlo ya mismo". Los mensajes así son como un jarro de agua fría. Pero cuando la limpieza está programada y tiene lugar siempre en el mismo momento, por ejemplo, justo antes de la cena o cuando se pasa la aspiradora los sábados, todos los miembros de la familia pueden relajarse. Y se convierte más bien en un hábito que en una tarea aburrida», afirma Lola Jensen y añade:  

«Con los niños pequeños, no se puede esperar que coloquen todo en las cajas correctas. A esa edad, todo es un juego y prefieren divertirse con las cajas. Pero a partir de los 6-7años aproximadamente, la mayoría de los niños están listos para asumir la responsabilidad de limpiar por sí mismos. Pon en práctica el hábito, día tras día, semana tras semana, y sé paciente: al final dará sus frutos» 

2. Desglosa el trabajo en tareas asumibles  

«Los mensajes como "por favor, limpia tu habitación" son demasiado vagos para los niños. No sabrán por dónde empezar. En lugar de eso, intenta desglosar el trabajo en pequeñas tareas. Por ejemplo, diciendo "puedes empezar a limpiar esta parte de tu habitación, y cuando termine de pelar las patatas, vendré y te ayudaré a hacer el resto", puedes aumentar gradualmente las tareas por completar», afirma Lola Jensen y apostilla: 

«También es útil tener cajas de almacenaje específicas para las diferentes categorías de juguetes, para que tu pequeño tenga claro dónde va cada cosa».   

3. Evalúa el nivel de energía de tu hijo 

«A veces tienes que parar y evaluarte como progenitor. Vivimos en un mundo muy ajetreado y muchos niños llegan a casa después de la guardería, el colegio y las actividades extraescolares absolutamente cansados y exhaustos. En días así, reduce tus expectativas o intenta sorprender a tu pequeño limpiando su habitación por él. Lo que obtienes de esto es que tu hijo imitará tu comportamiento y te sorprenderá en otro momento», dice Lola Jensen y concluye diciendo:  

«A medida que tu hijo crezca, puedes dejar que se haga responsable de tareas domésticas como limpiar el polvo, hacerse la cama, vaciar el lavavajillas, hacer la cena, prepararse la mochila y hacer un seguimiento de sus deberes escolares. Cuando tu hijo llegue a la pubertad, las pilas de ropa sucia comenzarán a acumularse de nuevo en su habitación y lo único que podrás hacer será cerrar la puerta y esperar a que llegue el día en que termine la pubertad y todos los buenos hábitos vuelvan». 


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